El tiempo meteorológico revuelto es algo consustancial a la Semana Santa, algo que acompaña habitualmente a esta fiesta y que, en cierto modo, la define. La Semana Santa es una época de contrastes, es el tránsito entre la crudeza del invierno y la amabilidad de la primavera, entre la tradición y la modernidad. Es una estampa habitual que la calma y el sol radiante sucedan a las nubes y a los chubascos propios de estos días.
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