La enfermedad en la vejez es percibida por sus protagonistas como un hecho ineludible y el miedo a convertirse en una carga y que sus familiares no puedan cuidarlos, llega a convertirse para ellos en una obsesión. La sensación de no ser útil en el mundo crea desesperanza y provoca que muchos abuelos y abuelas tengan que tomar antidepresivos para sobrellevar esa angustia.
Comentar este post