Digan lo que digan los políticos españoles y los representantes de la Unión Europea, la situación es ahora más grave que hace algunos años. Es cierto que se ha conseguido sanear el sector bancario a cambio, sin embargo, de una deuda pública descomunal que muchos expertos vaticinan que será imposible de pagar, y no hace falta recordar los altísimos porcentajes de paro que seguimos sufriendo en España.
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