El inolvidable Rafael Alberti solía decir que, en determinados momentos de su historia, España era un país surrealista y que en él sucedían cosas que era mejor olvidar. El actual momento histórico que nos ha tocado vivir a los españoles, es un ejemplo que sustenta esa afirmación del poeta gaditano. Se nos habla de macroeconomía y se nos abruma con grandes cifras, pero se olvida la difícil realidad española de cada día.
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