Buscando una salida a los altos niveles de paro existentes en España, unas 15.000 personas han emigrado este año a diversas zonas de Francia para trabajar en la vendimia. Avanzado el siglo XXI los españoles tienen que imitar a sus padres y abuelos, que se vieron obligados a emigrar al extranjero buscando el trabajo y la dignidad que España les negaba. La única diferencia es que aquellos llevaban sus escasas pertenencias en viejas y roídas maletas de cartón y sus descendientes huyen de la miseria arrastrando una "Samsonite" de imitación.
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