Está demostrado que en nuestro país, en tiempos de crisis, el desempleo juvenil se dispara e incluso de duplica, lo cual genera, como es evidente, un tremendo desencanto entre nuestros jóvenes. Esta vergonzosa situación es especialmente sangrante en el caso de los jóvenes licenciados universitarios, en cuya formación el Estado ha invertido una gran cantidad de recursos que ahora se muestra incapaz de rentabilizar.
Comentar este post