Más de 400 nepalíes han muerto en las obras para construir los estadios del Campeonato Mundial de Fútbol de Qatar. Es la otra cara del fútbol, la más cruel e inhumana, la que nadie recordará mientras, repatingado en un cómodo sofá o bajo los efluvios del alcohol, contempla los partidos de fútbol que en esos mismos estadios, donde quedaron segadas cientos de vidas inocentes, disputan varios equipos de jóvenes niñatos millonarios por su destreza con el balón.
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