Como siempre sucede en España, los numerosos casos de corrupción que hoy preocupan a los ciudadanos, y que actualmente son el centro de atención de todos los medios informativos, tendrán continuidad y debate diario permanente durante un tiempo, pero, al final, serán sustituidos por otros nuevos escándalos y acabarán pasando sin pena ni gloria al olvido colectivo al que tan aficionados somos los españoles.
Comentar este post