Actualmente, España dispone de un diabólico sistema radial de comunicaciones que configura un país estructurado de forma irracional, irresponsable, ineficaz y tremendamente centralista. Somos el país europeo con más kilómetros de AVE, acumulamos la friolera de 49 aeropuertos, algunos construidos a menos de 30 Km. del más cercano, y nos cabe el dudoso honor de triplicar el déficit de Alemania. Nos ha llevado mucho tiempo tomar conciencia de la realidad social y económica en la que se encuentra nuestro país, y es ahora cuando nos toca mendigar las ayudas europeas para salvar lo que se pueda de unos imperdonables delirios de grandeza.
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