Uno de los efectos más devastadores de la crisis económica es el crecimiento del populismo. Los ciudadanos estamos viendo con creciente preocupación como, al amparo de la demagogia, la extrema derecha experimenta un avance electoral sin precedentes en Europa un grave indicador del crecimiento que están experimentando en el viejo continente unas opciones políticas que recurren al odio, el racismo y la xenofobia como sus principales valores.
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